sábado, 21 de noviembre de 2009

No llegamos a fin de mes, pero somos millonarios.

Hoy quiero dedicar mi blog a mi hermano Tomás.
No ha tenido ni tiene una vida fácil. no entraré en detalles porque eso atentaría contra su privacidad. Así que por favor, no me preguntéis. Ni os ofendáis si no respondo a los que aún así quieran saber. Pero a veces no hace falta dar explicaciones.
mi hermano es un ejemplo de persona luchadora. Toda su vida ha sido una adversidad. Pero aún así, es de las pocas personas con las que me río de verdad. con las que me apetece estar porque me enriquece y me da lecciones de fortaleza y humildad. De coraje sin pisar a los demás.
Más allá de lo material, existe algo que no sé my bien cómo denominar. Pero que empiezo a pensar que sólo los que no nadamos en la abundancia, los que no llegamos a fin de mes y no nos obsesionamos por ello logramos descubrir. Es como una esencia humana a la que muy pocos logran acceder. Y digo logran y no "pueden" porque todos podemos llegar a esa esencia.
Mi hermano, como yo, no valora los bienes materiales. Claro que nos gustan las cosas caras y los lujos, tampoco somos tontos. Pero si una mascota nos rompe el ordenador, es sólo eso, un ordenador. En cambio nuestra mascota es irremplazable.
Estos son, entre otros, valores que compartimos mi hermano Tomás y yo. Y yo pienso que no es pura casualidad. Desde muy pequeñita yo quería ser como él. Según mi psiquiatra esto se debe a que somos 3 hermanos. 2 chicas y un chico. Mi hermana era la guapa y yo la gorda y la fea. Así que, por no competir contra lo que no podía competir, yo me acercaba a mi hermano que siendo chico no era un desafío. A mí me parece más convincente mi propia teoría. Mi hermano ha creído siempre en sí mismo. No ha seguido los convencionalismos de la sociedad. Ha seguido siempre su propio camino. y yo comulgo más con esa forma de ser. Y, puestos a escoger, yo decidí seguir su camino.
Estudié Filología Inglesa porque quería saber inglés como él. Tuve muchas trabas hasta que me conseguí licenciar, pero luchando contra la adversidad como él me había enseñado, aunque quizás sin él ser consciente de que me había enseñado, lo conseguí.
Gracias a él hoy soy la mujer que soy y me siento bine conmigo misma. Cosa que mucha gente con dinero no puede decir hoy en día. Somos pobre sí. Pero tenemos siempre una sonrisa en la cara y nos sentimos bien. Tenemos el amor de las personas que nos importan y de nuestras mascotas. y esa es la mayor riqueza que existe.
Os invito a reflexionar cuán ricos sois cada uno de vosotros Los que aún os sintáis pobres, no decaigáis, pues esta riqueza no depende de una empresa, de un jefe que te aumente el sueldo, de hacer horas extras. Sino del interior deuno mismo. Como decía el gran Michael JAckson "Take a look at yourself and make that change".
Y por supuesto, gracias hermano. Nunca te lo podré agradecer lo suficiente. Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario