Los días van pasando y con le estrés vas tomando demasiado café, fumas demasiados cigarrillos, comes poco, no te mueves físicamente...
Y en cuanto a la riqueza cultural... dónde quedaron mis ansias de aprender? siempre estoy demasiado cansada para investigar cosas nuevas. Para ponerme al día de una vez con mi asignatura pendiente: la geografía, claro que mis amigos encantados porque así se ríen a mi costa cuando me presentan un mapa en blanco y yo tengo que colocar países, o regiones, o provincias o le que sea que es cada cosa, que nunca acabo de distinguirlo bien.
Estos días me han dado que pensar. Puede parecer una bobada, pero gracias a la wii me he pasado mis buenos momentos jugando al tenis que, aunque sea de cartón piedra, supone un esfuerzo. Me han entrado ganas de hacer más ejercicio. Pero... sorpresa! Cuando ayer tuve que subir una buena cuesta en el Guinardó mi capacidad respiratoria dejaba mucho que desear. Aparte de toser los dos paquetes que me fumé como una descosida.
Será el momento de empezar a reducir el tabaco? (ya no digo dejarlo porque dieta y dejar de fumar es una combinación letal para mi estado mental). Pero ha algo que me incita a cambiar algunos hábitos. Recuperar la lectura (la intelectual quiero decir y no leer siempre los mismos libros de humor), salir más, practicar deporte, fumar menos, no saltarme el desayuno, empezar a enfrentarme a mi agorafobia, controlar más los gastos.
Esto se parece mucho a los New Year's Resolutions. Pero no, no creo en eso. Esos propósitos duran una semana y luego viene la frustración. Esto tiene que ver con el sentirse enferma y no querer que algún día llegue algo peor si lo puedo evitar.
Todo irá bien si mi gemelo contradictorio y pasota ( soy una géminis fácilmente distinguible) no se inmiscuye y se va todo al carajo.
Deseadme suerte o matad al gemelo.
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